Los sistemas de información y tecnologías subyacentes constituyen la savia de una sociedad totalmente interconectada y con una economía progresivamente más digitalizada donde los modelos de relación son colaborativos y horizontales y las cadenas de valor complejas y cambiantes.
El tránsito de aplicaciones monolíticas a servicios dinámicos, la sustitución de información estructurada por cantidades ingentes de datos en movimiento y no estructurados, la proliferación de dispositivos de todo tipo, la emergencia de cargas de trabajo variables e impredecibles y la consolidación de paradigmas abiertos y no propietarios, obliga a sustituir las tradicionales infraestructuras estáticas por servicios escalables basados en la nube.